lunes, 16 de junio de 2008

10 AÑOS

Recuerdo tu cara bonita iluminando el día
Recuerdo mi necesidad de estar contigo
Recuerdo tu mano en el borde de la cama
Recuerdo tus cuidados en mis momentos difíciles
Recuerdo tu sabiduría y el ejemplo que me dabas
Recuerdo nuestros éxitos y nuestros fracasos
Recuerdo tus lunares
Recuerdo tu paciencia
Recuerdo lo mucho que nos hemos reído
Recuerdo tu complicidad

Vislumbro tu cara bonita acompañándome
Vislumbro la necesidad de estar juntos
Vislumbro tu mano tomando la mía
Vislumbro mis cuidados en tus momentos difíciles
Vislumbro tu sabiduría y los ejemplos que me darás
Vislumbro nuevos éxitos y algunos fracasos que nos harán crecer
Vislumbro mis lunares junto a los tuyos
Vislumbro tu paciencia apoyada en la mía
Vislumbro muchas arrugas de tanto reír
Vislumbro nuestra complicidad, nuestro amor


sábado, 14 de junio de 2008

PEQUEÑAS ACCIONES

Cada día contaminamos. Cada día consumimos recursos limitados. Sin embargo, está en nosotros hacer un pequeño aporte a nuestro bello planeta. Pequeñas acciones gestan grandes cambios. A continuación, mi evolucionado lector, te doy algunos consejos que de ponerlos en práctica permitirán que los que vienen después de nosotros (me refiero a nuestros hijos o sobrinos, no a los extraterrestres) disfruten de la tierra así como lo hacemos nosotros.

- No recibas papeles de publicidad (folletos, flyers, etc.) en la calle. Normalmente terminan al minuto en un basurero. En la medida que todos digamos “No, gracias” se terminará este tipo de publicidad.
- Sólo pide las bolsas plásticas mínimas necesarias para llevar los productos que compres. Si compras algo que perfectamente cae dentro de una bolsa que llevas o en tus bolsillos, ¿Para que pedir otra bolsa?.
- Evita grabar DVDs o CDs en forma compulsiva. Deja ese comportamiento de que lo que cae en tus manos lo grabas en DVD o CD. Para música o archivos usemos pendrives, CDs o DVDs regrabables o el mail. Para películas primero preguntémonos ¿Realmente veré está película nuevamente (entendiendo que te la pueden prestar para que la veas una vez)?, y si la respuesta es sí, ¿No será mejor arrendarla el día que se me ocurra verla de nuevo? (incluso en el futuro talvez se pueda bajar rápidamente de Internet al disco duro de nuestros súper PCs futuristas).


- Apaga toda ampolleta o dispositivo electrónico que nadie esté usando. Aplica este concepto sobre todo en tu trabajo, ya que en ese lugar, como tú no pagas las cuentas (sí las pagas realmente), tiendes a ser más despreocupado en ahorrar.
- Saca fotocopias e imprime hojas de manera ecológicamente conciente. Por ejemplo, en vez de imprimir tus fotos, una en cada hoja, a todo color, porque no intentas achicar un poco las fotos y poner unas 3 o 4 en una hoja. O tanto mejor, porque no mejor ver las fotos sólo en la pantalla o enviarlas por mail. Y cuando haces un borrador o una nota sin mayor importancia, para que usar un tamaño de letra tan grande, porque no mejor achicar el texto un poco y ahorrar unas hojitas. Imprime lo que realmente sea necesario, hoja a hoja se hace un bosque.
- Evita comprar productos con envases desechables si es que hay una alternativa retornable (bebidas, jugos, cervezas).
- Obviamente usa ampolletas de ahorro de energía.
- Lee el diario en Internet, evitando comprar o recibir la versión en papel.


Busca tu forma de ahorrar recursos y contaminar menos; todos tenemos gustos y/o necesidades que en general son malos para el planeta, pero por algún lado debemos cuidarlo.

Hasta la vista.

domingo, 1 de junio de 2008

SEAN ANSIOSOS. SEAN DESCABELLADOS.

(Discurso de Steve Jobs en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford, 12 de Junio de 2005)


Me siento honrado de estar con ustedes hoy en la ceremonia de graduación de una de las más prestigiosas universidades en el mundo. A decir verdad, esto es lo más cerca que he estado jamás de una graduación universitaria. Hoy deseo contarles tres historias de mi vida. Eso es todo. Nada del otro mundo. Simplemente tres historias.

La primera historia es sobre conectar los puntos.

Me retiré del Reed College después de los primeros 6 meses, pero luego permanecí como oyente por otros 18 meses aproximadamente antes de dejarlo completamente. Así que, ¿por qué me retiré?.

Todo comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven soltera, estudiante graduada universitaria, que decidió darme en adopción. Ella creía enérgicamente que debía ser adoptado por universitarios graduados, de modo tal que todo se organizó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací ellos decidieron a último momento que deseaban una niña. Así que mis padres, que estaban en una lista de espera, recibieron una llamada en el medio de la noche que decía: “Tenemos un niño no deseado, ¿lo quieren?”.Ellos dijeron: “Por supuesto”. Mi madre biológica averiguó más tarde que mi madre adoptiva nunca se había graduado de la universidad y que mi padre nunca había terminado el colegio secundario. Se rehusó a firmar los papeles definitivos de adopción. Sólo cambió de parecer unos meses después, cuando mis padres le prometieron que algún día yo iría a la universidad.

Y 17 años más tarde fui a la universidad. Pero ingenuamente elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres de clase trabajadora fueron gastados en mi arancel. Luego de seis meses, no le encontraba valor a esto. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y tampoco de qué manera la universidad me ayudaría a deducirlo. Y aquí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Así que decidí abandonar los estudios y confiar que todo iba a resultar bien. Fue bastante aterrador en ese momento, pero mirando hacia atrás fue una de las mejores decisiones que tomé. En el momento en que me retiré pude dejar de asistir a las clases que no me interesaban, y comencé a asistir a aquellas que parecían interesantes.

No todo fue romántico. No tenía un dormitorio, así que dormía en el piso en las habitaciones de amigos, devolvía las botellas de gaseosa para obtener los 5 centavos de depósito para comprar comida, y caminaba 11 kilómetros, a través de la ciudad, cada domingo por la noche para recibir una buena comida una vez por semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. Y muchas de las cosas con que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición resultaron ser inestimables posteriormente. Les doy un ejemplo: Reed College en ese momento ofrecía quizás el mejor aprendizaje de caligrafía del país. En toda la ciudad universitaria cada cartel, cada etiqueta en cada cajón, era caligrafiado a mano de una manera bellísima. Dado que había abandonado los estudios y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar un curso de caligrafía para aprender. Aprendí acerca de los tipos de letra, cómo variar la cantidad de espacio entre diferentes combinaciones de letras, todo aquello que hace que la admirable tipografía sea grandiosa. Era hermoso, histórico, artísticamente sutil de un modo que la ciencia no puede captar, y yo lo encontré fascinante.

Nada de esto albergaba siquiera la mínima esperanza de alguna aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando la primera computadora Macintosh, todo tuvo sentido para mi. Y lo volcamos todo en la Mac. Era la primera computadora con una bella tipografía. De no haber asistido a ese único curso universitario, la Mac no hubiera tenido nunca tipos de letras múltiples o fuentes espaciadas proporcionalmente. Y, dado que Windows simplemente copió a Mac, es posible que ninguna computadora personal las hubiera tenido. De haber proseguido mis estudios universitarios, no hubiera asistido a ese curso de caligrafía, y las computadoras personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen. Por supuesto que era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Pero fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después.

Nuevamente, no se pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro; se pueden conectar únicamente mirando hacia el pasado. Así que deben confiar que de alguna manera los puntos se conectarán en el futuro. Tienen que confiar en algo – sus instintos, su destino, su vida, su karma – lo que sea. Esta perspectiva nunca me ha decepcionado, ha hecho diferencia en mi vida.

Mi segunda historia es sobre amor y pérdida.

Yo tuve suerte – descubrí lo que amaba hacer temprano en mi vida. Woz y yo comenzamos con Apple en el garaje de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro, y en 10 años Apple creció de ser una empresa compuesta por nosotros dos en un garaje a una empresa de $2 mil millones con más de 4000 empleados. Habíamos lanzado nuestra creación más refinada – Macintosh – un año antes, y yo acababa de cumplir 30. Y después me despidieron. ¿Cómo puedes ser despedido de una empresa que tu iniciaste?. Bueno, a medida que Apple crecía contratamos a alguien que yo pensaba era sumamente talentoso para dirigir la empresa conmigo, y durante el primer año más o menos las cosas anduvieron bien. Pero luego nuestras visiones acerca del futuro comenzaron a diferir y finalmente tuvimos una disputa. Cuando ocurrió, nuestro Directorio lo apoyó a él. Así que a los 30 años estaba afuera. Y muy publicitadamente afuera. Aquello en lo que me había concentrado durante toda mi vida adulta había desaparecido, y fue devastador.

Realmente no supe qué hacer durante unos cuantos meses. Sentía que había decepcionado a la anterior generación de emprendedores – que había soltado la batuta mientras que me la estaban pasando. Me reuní con David Packard y Bob Noyce y traté de disculparme por haber echado a perder las cosas de tal manera. Yo representaba un fracaso público muy importante, y hasta pensé en retirarme del valle. Pero poco a poco empecé a darme cuenta que todavía amaba lo que estaba haciendo. Lo ocurrido con Apple no había cambiado eso para nada. Había sido rechazado, pero aún amaba lo mío. Así que decidí empezar de nuevo.

No me di cuenta entonces, pero resultó que el hecho de haber sido despedido de Apple fue lo mejor que me pudo haber pasado. El peso del éxito fue reemplazado por la facilidad de convertirme en un principiante una vez más, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de los períodos más creativos de mi vida.

Durante los próximos cinco años, inicié una empresa llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar y, me enamoré de una maravillosa mujer que se convertiría en mi esposa. Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por computadora en el mundo, Toy Story, y en la actualidad es el estudio de animación más exitoso a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple adquirió NeXT, volví a Apple, y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple. Además, Laurene y yo tenemos una maravillosa familia.

Estoy seguro de que nada de esto hubiera pasado de no haber sido despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente lo necesitaba. A veces la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido de que lo único que me permitió seguir era que amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman. Y esto es tan cierto respecto del trabajo como lo es respecto del amor. El trabajo les llenará una parte importante de sus vidas, y la única manera de sentirse realmente satisfecho es realizar lo que consideran un gran trabajo. Y el único modo de realizar un gran trabajo es amar lo que uno hace. Si no lo han encontrado aún, sigan buscando. No se detengan. Así como sucede con todos los asuntos del corazón, sabrán cuando lo hayan encontrado. Y, así como sucede en cualquier gran relación, mejora más y más a medida que transcurren los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se detengan.

Mi tercera historia es sobre la muerte.

Cuando tenía 17, leí una cita que decía más o menos lo siguiente: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día seguramente estarás en lo correcto”. Me impresionó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, me miró en el espejo cada mañana y me pregunto: “¿Si hoy fuese el último día de mi vida, querría hacer lo que estoy por hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” durante demasiados días seguidos, sé que debo cambiar algo.

El recordar que estaré muerto pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo temor a la vergüenza o al fracaso – todas estas cosas simplemente desaparecen al enfrentar la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que uno va a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tiene algo que perder. Ya se están desnudos. No hay razón alguna para no seguir a su corazón.

Me diagnosticaron un cáncer hace un año aproximadamente. Me practicaron una tomografía computada a las 7:30 de la mañana, y claramente mostraba un tumor en mi páncreas. Yo ni sabía lo que era el páncreas. Los médicos me dijeron que éste era seguramente un tipo de cáncer incurable, y que no llegaría a vivir más de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó ir a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararse para morir.Quiere decir que hay que tratar de explicarles a los hijos todo aquello que pensaba que iba a tener diez años para contarles, en pocos meses. Significa asegurarse de tener todo finiquitado de modo que sea lo más fácil posible para la familia. Significa despedirte.

Pasé el día entero con ese diagnóstico. Luego por la tarde me realizaron una biopsia, en la que introdujeron un endoscopio por la garganta, a través del estómago y hasta los intestinos, pusieron una aguja en mi páncreas y retiraron algunas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vieron las células bajo el microscopio los médicos comenzaron a llorar porque resultó que era una forma muy rara de cáncer pancréatico que se cura mediante cirugía. Me realizaron la cirugía y ahora estoy bien.

Fue lo más cerca que me encontré de la muerte, y espero que sea lo más cerca que me encuentre por varias décadas. Habiendo pasado esto, les puedo decir lo siguiente con un poco más de seguridad que cuando la muerte era un concepto útil pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Aún la gente que quiere ir al cielo no quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha logrado escapar. Y así es como debiera ser, porque la muerte es muy probablemente la mejor invención de la vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para dar paso a lo nuevo. En este momento lo nuevo son ustedes, pero algún día no demasiado lejano, gradualmente se convertirán en lo viejo y serán retirados. Lamento ser tan dramático, pero es muy cierto.

Su tiempo es limitado, así que no lo malgasten viviendo la vida de otro. No se dejen atrapar por el dogma – lo cual es vivir con los resultados de las creencias de otros. No permitan que el ruido de otras opiniones ahogue su propia voz interior. Y lo que es más importante, tengan el valor de seguir a su corazón e intuición. De algún modo ellos ya saben lo que ustedes realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, existía una publicación maravillosa llamada The Whole Earth Catalog, que era una de las biblias de mi generación. La había creado un sujeto llamado Steward Brand no demasiado lejos de aquí en Menlo Park, y le transmitió su toque poético. Esto sucedía en los últimos años de la década de 1960, con anterioridad a la publicación mediante computadoras personales y de escritorio, así que todo se llevaba a cabo con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras polaroid. Era un tipo de Google en edición rústica, 35 años antes de la aparición de Google: era idealista, y desbordante de herramientas prolijas e ideas importantes. Stewart y su equipo publicaron varias ediciones de The Whole Earth Catalog, y luego cuando había cumplido su ciclo, publicaron una edición final. Esto sucedía a mediados de la década de 1970, y yo tenía la edad de ustedes. En la tapa trasera de la edición final había una fotografía de un camino rural a primeras horas de la mañana, del tipo de ruta que ustedes caminarían si fueran así aventureros. Debajo de la foto aparecían las siguientes palabras: “Sean ansiosos. Sean descabellados”. Era su mensaje de despedida al anunciar el fin de la publicación. Sean ansiosos. Sean descabellados.
Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, que ustedes se gradúan para empezar de cero, deseo eso para ustedes.

Sean ansiosos. Sean descabellados.

Muchas gracias.