lunes, 12 de enero de 2009

MI FOTO CON: OPTIMUS PRIME

Hoy inauguro una nueva sección, que espero pronto sea un clásico de este blog y que tú, mi sabio lector, la esperes ansiosamente: “Mi foto con:”

Como parte de las actividades del fans club de Los Transformers se organizó un concurso de disfraces, cuyo premio era un viaje pagado a Cybertron para tomar una once con Optimus Prime.

Ante tan buen premio, puse manos en acción, tome una cartulina, unos frascos de temperas e hice un disfraz de Optimus joven (primera generación). El siguiente video muestra mi participación en el concurso.


Obviamente gané y, además de obtener unos cubos de Energon autografiados por el mismísimo Optimus, inmortalice el momento con una buena foto.


Ahora querido lector: ¡Transfórmate y avanza!

domingo, 11 de enero de 2009

CRÍTICA CULINARIA II: NO ME OLVIDES, EL SABOR DE UNA BUENA PICADA

Ubicado en Andrés de Toledo s/n, Quebrada Alvarado Camino Las Palmas, se encuentra este restaurante que hace de su nombre casi una afirmación: “No me olvides”. Podemos definirlo como una verdadera “picada” ya que su existencia se transmite de boca en boca, y se llena su capacidad en fechas festivas.

Debo reconocer, querido lector, que mi visita la realicé en marzo de 2007 y otra en una fecha posterior que no recuerdo (creo que en septiembre de 2007), de modo que los siguientes párrafos pueden estar desvirtuados por el paso del tiempo en mi memoria y en el mismo “No me olvides”. Les pido disculpas por mi poco rigor pero estaba madurando las ideas de este reporte y, a veces, la maduración toma su tiempo. En todo caso la siguiente crítica se basa en mi primera visita, pues de la segunda no me acuerdo mayormente.

La infraestructura es el clásico de un restaurante de nivel medio, aunque se distinguen varias etapas: una más moderna y mejor realizada, otra dentro de las piezas de una casa antigua, y finalmente, la más chilena y típica de picada, con algunas sillas de plástico, piso de tierra y sombra dada por abundante y acogedora vegetación, la cual se mueve al ritmo del viento que nos recuerda la belleza y simpleza de la vida.

Una forma sencilla de describir los platos es que son gigantes. Una porción más que generosa de carne es la norma. En mi caso creo que a la vaca sólo le sacaron la cabeza y la cola. La carta tiene los platos típicos esperables: Carne a la parrilla, Empanadas, Cazuela de Ave, Vacuno y Cerdo, entre otros tantos. Bueno, yo pedí un lomo a lo pobre y no me quejo, buen sabor, papas fritas muy buenas, cebolla cocida y un par de huevos como me gustan (ni crudos ni en extremo cocidos). De hecho, la siguiente foto la puse, durante un par de meses, de fondo de pantalla en mi PC para acordarme de los placeres de la vida en mis días grises.


Uno de mis acompañantes solicito un costillar y debo decir, esta vez sin exagerar, que parecía ese costillar que salía en los créditos de Los Picapiedras.


La atención es adecuada, muy amables los mozos y meseras, aunque los platos demoran un poco más de lo esperado (sobre todo en días de gran afluencia). Los precios son los esperables, ni económicos ni en extremo elevados, pero con una buena relación al ver el tamaño y calidad de los platos. Desearía tener una sucursal frente a mi departamento, y lo que es definitivo, es que no lo he olvidado.


Resumen: Una “picada” 100% chilena, plenamente recomendable para compartir con amigos y familia este verano, y que asegura quedar muy satisfecho o, como se dice en la alta cocina, “chato”.

Evaluación: dos millones novecientos noventa y nueve mil tenedores.

Saludos y gracias a Juan por enseñarme tan buen lugar.

Agradecimientos a mis auspiciadores: Transportes Juan, Hostal Los 14 y zapatillas Skechers.