domingo, 30 de diciembre de 2007

CUENTO NAVIDEÑO

Érase una vez un pueblo llamado Serviulandia que estaba habitado por unos simpáticos duendes. Estos duendes, en general, vivían bien y sin apuros. Su economía se basaba en producir caminos, los cuales empacaban e intercambiaban por diversos productos al resto de la comarca. Se acercaba la navidad y todos los habitantes del pueblo se preparaban para pasar con la familia y amigos esta hermosa festividad. Había un duende muy especial, llamado Otap, que se caracterizaba por recomendar lugares para almorzar que, habitualmente, resultaban un desastre. Pero un día de diciembre la inspiración le llegó como nunca, y dijo: “¿Por qué en vez de regalarnos tantas cosas entre nosotros no las regalamos a alguien más necesitado?”.

Sesiom era un niño duende del pueblo de Sanbernard. Su familia era numerosa y de escasos recursos económicos. El pobre Sesiom no era feliz porque no podía dormir bien, y todos sabemos que un niño necesita dormir bien para soñar. Un día, Sesiom tomó una botella y en su interior puso una carta en donde pedía que alguien lo ayudará a dormir y, de este modo, a soñar. Luego arrojó la botella al río Adiv que unía y alimentaba de agua a todos los pueblos de la comarca. Pidió que ojalá alguien leyera su carta.


Varios amigos del duende Otap lo apoyaron en su idea. Decidieron ir a visitar otros pueblos de la comarca para ver a quien podrían ayudar. Los destinados para hacer esta visita fueron Orev, Oivalf y Oguh. Estaban en el puente sobre el río Adiv, saliendo de Serviulandia, cuando el apuesto duende Oguh divisó con su precisa vista una botella en pleno río. Algo en el interior de ésta le llamó la atención. Inmediatamente se lanzó a la corriente y nadando con sus vigorosos brazos alcanzo la botella. Ya en la orilla, junto con Orev y Oivalf, se dieron cuenta que venía una carta dentro de la botella. “¡¿Cómo es posible que un niño no pueda soñar?!” se preguntaron. Llevaron la carta a sus otros amigos duendes.

Icec, Aras, Iuqcaj, Alorac, Orev, Oivalf, Oguh y Otap estuvieron de acuerdo en que debían ayudar al niño Sesiom que firmaba la carta. Así que consiguieron un hermoso camarote verde para Sesiom. Pero no cualquier camarote, éste era mágico. Al acostarse sobre él se entraba al mundo de los sueños, a esos sueños que todos debemos tener, esos sueños que nos motivan día a día a avanzar.

Sin embargo, como todo cuento navideño, no todo podía ser bueno. El pueblo de Sanbernard quedaba muy lejos de Serviulandia y en el camino había un enorme dragón rojo al cual le encantaba comer camarotes. Aun así nuestros nobles duendes partieron a enfrentar al dragón, llevando consigo el mágico camarote verde. Si bien en un comienzo casi dominan al dragón utilizando variados artilugios, el dragón se recuperó y estaba a punto de comerse a los valientes Icec y Oivalf. En ese preciso instante, rápida como el rayo, apareció Nyleve. Nyleve era una duende famosa por ayudar a los indefensos, para esto contaba con una camioneta. Sí, no usaba espadas ni magia, usaba una camioneta. Así que paso rauda por un costado del dragón subiendo a todos los duendes y el mágico camarote verde. Puso 4ta y luego 5ta y se alejó del dragón.


Sesiom jugaba con sus hermanos y primos cuando alguien llamó a su puerta. Grande fue su sorpresa al ver a unos duendes que llevaban un camarote sobre ellos. Sesiom estaba alegre, al fin podría dormir bien. Pasó una muy feliz navidad con su familia soñando sobre su mágico camarote verde.


Nuestros amigos duendes volvieron a Serviulandia muy contentos y vivieron felices para siempre. Otap siguió recomendando lugares para almorzar que, habitualmente, resultaron un desastre.


miércoles, 26 de diciembre de 2007

LA RUTA DEL CHUMBEQUE

Partimos temprano, tipo 7:30 am. Santiago está vacío, es como cuando hacen películas apocalípticas. Pero no es este el caso, aún. Es feriado, esa es la razón. Vamos muy bien aprovisionados: Un auto, nosotros dos y RedCompra (mejor que el cheque, mejor que el efectivo, sólo en este caso). Pasamos a buscar al hermano de Amor que se dirige a La Serena; nos explica luego que va a un campeonato de pesca de unos ricos “mojoneros”.

El clima está ideal. Día despejado y menos automóviles en la ruta que los esperados. Como en la mitad del trayecto a La Serena se me ocurre que Amor maneje. Basta el primer aviso: -“Amor, vas a 150” - “Mmm, no se nota, jijiji” me responde, para decidirme a manejar el resto del viaje. Mejor copiloto conocido que maniática al volante por conocer, dice el famoso refrán. Llegamos a La Serena y pasamos a dejar al hermano de Amor, luego a una estación de servicio, lugar donde procedemos a comer algo. El almuerzo consiste en un rico hotdog, ya que no es bueno comer mucho para no caer en las garras de Morfeo.



Emprendemos rumbo a Chañaral, la meta del día. Y la cumplimos tipo 6:30pm. Vamos a una picada que nos recomienda la moza de la recepción, pero nos advierte: “La comida es buena, pero los olores de la cocina se pasean por todo el restaurante”. Ingenuos vamos igual. La comida se demora mucho en llegar, mientras veo por la televisión que mi equipo pierde 3-0 si mal no recuerdo contra Audax Italiano (igual salimos campeones a fin de cuentas). Cuando ya estamos a punto de reclamar, llega la comida. En vaciar los platos nos demoramos la nada misma. Y era cierto, el olor hasta hoy lo tengo pegado en el cuerpo.



Al amanecer, tipo 7:00 am seguimos rumbo al norte. Todo bien y llegamos a Antofagasta a mediodía. Ahora cambio el almuerzo a un emparedado de miga, rico. Hasta Iquique el viaje va muy bien. Algo cansado pero nos queda poco. Paso Huara, y voy tranquilo en una recta larga, sin árboles, se parece a ese lugar en EE.UU. donde hacen las pruebas de records de velocidad. Estoy pensando en eso cuando unos amigos en el camino me apuntan y me hacen señas que me detengan. Por un momento pienso que estoy jugando Need For Speed y me doy a la fuga. Sin embargo, me doy cuenta que no tengo nitro así que decido detenerme mejor. Multa por exceso de velocidad. Felicito al oficial por hacer un buen trabajo de fiscalización y sigo mi viaje (la ataraxia se manifiesta de las formas más insospechadas en mi persona).



Cuestas van, cuestas vienen, y llego a mi (segunda) querida ciudad a eso de las 9:30 pm. En Arica hacemos muchas cosas con Amor: asado con la familia, ir a la playa, al centro, a pasear, al Morro, a unos pubs, al karaoke, pero NO fuimos a Tacna. También vuelvo a Huara a pagar el parte (y de vuelta me casi me sacan otro por hablar por celular, pero esa historia ya se las conté en vivo y en directo a muchos de mis lectores).



Pasamos también a una feria de artesanía y arrasamos con todas las reservas de chumbeque tradicional. Pero me di cuenta que ese no era el objetivo del viaje. Fui a buscar chumbeques y encontré todo el cariño y amor de mis padres, de mis hermanos, de mis abuelos, de mis primos, de mis tíos, de mis amigos del colegio, del paco de Huara y de la cariñosa gente de mi (segunda) tierra. Un saludo a todos por allá, los llevo en la piel, literalmente en la piel, con esta maldita alergia al sol que me gané hace 9 años bajo el radiante sol ariqueño.



El regreso no presentó mayores novedades, hicimos una escala de una noche en Antofagasta, y de tres días en Bahía Inglesa. Muy bonito ese lugar. Pero a esa altura ya extrañábamos Santiago. Entrado a la capital el aire algo contaminado nos devolvió el ánimo, los automovilistas nos tocaban la bocina (supongo que en forma de saludo), un taco nos permitía observar con calma el hormigón armado que nos rodeaba, y el calor insoportable me recordaba que ya estaba en el hogar.

Carpe diem mi querido lector.

Anexo: Les presento a chumbeque por si no lo conocen. Éste es el último que me quedaba del viaje, y lo apreciamos en el balcón contemplando Santiago. A los pocos minutos me lo comí mientras escribía este reporte.

martes, 4 de diciembre de 2007

PRIMER MENSAJE

Comienza distinto a lo habitual.
Otras veces alcanzo a ver lo que escribo.
No es así está vez.
Frenéticamente mis manos escriben esto.
Incluso uso todos mis dedos en el teclado.
Otros se asustarían.
En cambio yo, me siento cómodo.
Noto que algo se esconde tras estas letras.
Titubeo, no lo tengo claro aún.
Intuyo que las frases cortas algo tienen que ver.
Sumo las letras, pero no dan 23.
Uso la técnica de leer entrelíneas, pero no hay éxito.
Busco mensajes cortando este texto.
Difícil hacerlo mientras sigo escribiéndolo.
Intrigado estoy, me suena a una prueba de LA Conspiración.
Tiempo, siento que se me acaba el tiempo...
Obvio, ¡es cosa de leer la primera letra de cada línea!

miércoles, 17 de octubre de 2007

EL NUEVO INTEGRANTE DE LA FAMILA

Me enamoré de esta joyita en el 9° Salón del Automóvil (2006). En la siguiente imagen se puede ver que éramos (y somos) el uno para el otro.


Luego de vender un riñón y mi alma al diablo (él lo pidió en color negro), y una larga esperar de nueve meses, el niño nació.


Tres semanas con Negrito, viendo sus primeros pasitos me han tenido muy chocho. El niño es simplemente hermoso. Qué más se puede decir del trabajo de Giugiaro. El auto sobresale de los medios de transporte que circulan alrededor. Este auto roba miradas constantemente; y debes tener paciencia para responder a todos los amantes del buen gusto que se te acercan a preguntarte por el maquinón.


El motor que mueve a Negrito podemos decir que es adecuado (1.4 16v 95CV a 6000rpm, admisión y distribución variable), pero se desearía un poco más de potencia. Esto responde principalmente a favorecer la economía de combustible sobre las prestaciones “deportivas”. Destacan los súper frenos (discos en 4 ruedas ABS + EBD) y la sexta marcha.

En cuanto a equipamiento Negrito tiene todo, y todo es todo (incluso ESP + ASR).


Lo mejor es el rendimiento de Negrito, nada menos que 2,4 minas/km.

En resumen: “Nos mueve la Pasión”. El lema actual de Fiat se hizo realidad en el Grande Punto. Un auto bello, esbelto y agresivo. Sin duda el auto de líneas más hermosas que podemos ver por estos días en nuestro país (dejando a un lado los autos de altas prestaciones).


Agradecimientos a Amor que si bien no vendió el alma al diablo, sí se puso con un riñón.

Y me despido rápidamente porque Negrito está llorando porque quiere que lo saque a pasear.

Carpe diem querido lector.

martes, 11 de septiembre de 2007

EX UMBRA IN SOLEM

Ya han pasado tres años desde mi titulación (jueves 09 de septiembre de 2004), y por ende la euforia dada por esa gran meta cumplida ha llegado a su fin, y por lo tanto es un buen momento para reflexionar acerca de mi muy querida Universidad.

La historia comienza allá por los principios de la década de los noventa, cuando en un almuerzo familiar le pregunto a mi papá: ¿Cuál es la mejor Universidad de Chile?. Él me responde, basado en su época de juventud, que es la Santa María. Yo le digo que entonces a esa Universidad iré. A continuación seguimos comiendo los exquisitos, humildes y añorados fritos de lechuga que hacía mi mamá.

Y cumplí mi palabra, me hice Sansano [1].


Durante mis nueve años de permanencia en la Universidad, una maldita y a la vez estimada escalera de 109 peldaños me recibía cada día de clases. El desafío no era menor; venir atrasado y subir peldaños no es tarea simple (*21m app. de desnivel). A esto hay que agregar que las clases eran contra viento y marea. Recuerdo eso días de temporal en que miraba hacia el puerto (Valparaíso), veía como grandes olas golpeaban la costa sin piedad justo bajo mí y como el cielo tomaba colores muy bellos y oscuros, mientras tanto la lluvia me mojaba entero y el viento me pegaba en la cara recordándome que hacía frío y que siguiera mi camino.


Una vez que se llegaba arriba al final de la escalera ya señalada, al Edificio A [2], la tarea aún no terminaba porque la mayoría de las clases eran en el Edificio C [3], por lo cual recién se había subido la mitad del trayecto. Se tomaba un poco de aire y se continuaba rumbo al conocimiento (*unos 11m app. de desnivel más). A lo ya descrito hay que agregar todos los movimientos dentro de la Universidad, donde todo está a otro nivel (en el sentido métrico), y generalmente había que ir de un extremo a otro (*unos 20m de desnivel más). Todo este ejercicio diario (*120.000m en nueve años, lo que equivale a ascender 14 veces el Monte Everest) explica mis bien torneados glúteos y atléticas piernas, hasta hace tres años, claro.


Hablando de mi estado físico, recuerdo cuando el primer semestre tenía un ramo de educación física. Puntualmente había una nota dada por natación. Lo malo era que yo nadaba apenas y que “casualmente” estas pruebas de natación eran como en Junio, en pleno otoño y entrando al invierno. El agua de la piscina no era temperada. Creo que la prueba consistía en un “ir y venir” en la piscina, yo hice el “ir” y en el “venir” casi me ahogo. Así que siendo medio mechón pero no huevón opté por “nadar” hacia un borde y ahí me quede. El profesor, supongo, utilizó sus avanzados estudios en psicología deportiva para anotar un tiempo cualquiera y dio por superado el impasse (*el record mundial de 50m libre es de 21,64 (s) , así que yo estimo nado 5 veces más lento, es decir, más que nadar, floto).


En la misma línea deportiva, la Universidad tiene una hermosa cancha de fútbol, en la cual nunca jugué este deporte. Hice otras cosas eso sí en está cancha pero no recuerdo muy bien como para detallarlo (además que debo cuidar mi imagen de hombre serio).


En mi última visita a la Universidad, que realice el pasado jueves, visite, con bastante nostalgia, aquellos lugares en que pasé bastante tiempo. Comencé por el banco que se encuentra a un costado del edificio de la biblioteca. La gracia de este banco es que era como mío, no lo usaban mucho y normalmente por este sector no había mucha gente y la que había estaba de paso en dirección a otro lugar. A mí me gustaba estudiar en esa banca mirando los hermosos jardines que se tienen en los alrededores. Además reflexionaba bastante y aprovechaba de mirar las escasas, pero siempre presentes, Sansanas (sobretodo, en mis últimos años, a las mechonas).


Otro lugar bastante recóndito era el Patio del Cañón, lugar donde también estudiaba y meditaba. Me acuerdo que me ponía mi walkman (con cassette), sintonizaba al Rumpy (en esa época era “El club del cangrejo”) y tomaba sol cual lagartija en invierno.


Un clásico para cualquier Sansano es el Patio Central. En este lugar pase de todo: nerviosismo por las notas, estrés y cansancio por el estudio extremo, alegría y satisfacción por pasar ramos y frustración por echarme algunos, bailé tropical y rock latino, salté con Lucybell y me caí al piso, cabeceé con los Chancho en Piedra, participé en el Concurso de Estructuras, me movilicé por mis derechos de estudiante y el de mis compañeros y camaradas, hice miles de veces la fila para almorzar, me comí muchas deliciosas empanadas de La Nona y “Avespalta” proveídos por el, gran valor [4], Kiosco de Alumn@s de la Universidad, converse con mis amigos y, sobretodo, me reí mucho en esos nueve años (*estimo equivale a 3 semanas continuas de risas sin parar).


Aprovecho el momento para agradecer a mis padres por el apoyo dado, a tod@s l@s tí@s que me recibieron y me dieron techo (el tío Jorge en 5 Oriente, la gran Aida, la tía suelta de 10 Norte, la tía religiosa de 6 Norte, la tía buena onda de 23 Norte y los tíos Alvaro, Chava y Tata), a los amigos que hice, y que extrañamente, contrario a mis predicciones, aún conservo; a la amiga que ya no está y a mis segundos padres que llegaron de Villa Alemana.


Para terminar este reporte debo agregar lo más importante. En este hermoso castillo encontré a mi Princesa, por lo cual estoy seguro haber tomado la mejor decisión y sé que mi papá, sabiamente, tenía razón.


EX UMBRA IN SOLEM
(Cada día que pasa este lema me hace más sentido)

Carpe diem mis lectores.


[1] Sansano: Alumno que estudia (o algo similar) en la UTFSM. Se atribuye esta denominación a cualquiera que estudie en dicha casa de estudios. Es decir, si estudias en la UTFSM, eres sansano por default. (Tomado de Jugopedia).

[2] Edificio A: Edificio principal de la Universidad, aquí se alberga el Aula Magna, el Salón de Honor, Rectoría, etc.


[3] Edifico C: Edificio donde se encuentran la mayor cantidad de salas y algunos laboratorios. Su nivel sobre el nivel del mar sólo es superado por el Edificio M.


[4] Gran Valor: Algo de gran valor. Frase tomada de Claudio V.

martes, 31 de julio de 2007

TRES TEORÍAS

Cuando cumpla 88 años espero publicar un libro con mis “39 teorías para un mundo mejor”. Claro, no todo puede ser diversión, también hay que pasar por esta vida dejando algún aporte. Como una primicia exclusiva para ti, mi sublime lector, te adelantaré tres de estás teorías para, espero, tu deleite intelectual.

Teoría uno: Evolución de la especie, bajo un enfoque de género.

La mutación del material genético genera nuevas variaciones genéticas, sin las cuales no es posible la evolución. Bajo esta premisa postulo que las parejas homosexuales del presente posiblemente son los primeros pasos del ser humano del futuro. No entraré en la discusión de si este comportamiento es producto de una mutación biológica o de otro tipo. El punto es que lo que no es “normal” es un posible paso de evolución. Tal como vimos en la televisión, cuando éramos chicos, en el mar habían sólo peces y cosas similares, hasta que salió un pez fallado con patas que pudo salir a caminar a la tierra (la historia en verdad dura millones de años pero se alargaría en exceso el presente tratado). De este mismo modo las parejas homosexuales nos presentan el futuro, hoy.

Pero la mutación es sólo un paso de la evolución, otra componente importante es la selección natural. Bajo esto estimo que en el futuro medio, alrededor del año 10.000, las parejas homosexuales serán más fuertes que las heterosexuales, no necesitarán de un contexto tan completo para desarrollarse. Esto podría deberse a cambios sociales, tecnológicos, de guerras, conquista del espacio, conocimiento de otras especies en el universo, etc. Finalmente esto terminará en unos 50.000 años, con “ayuda” de la ciencia, en dos especies humanas distintas: los hombres y las mujeres. Cada una de estas especies podrá reproducirse sin mayor problema.


Sin embargo, como ya es claro hoy en día, sólo una de éstas sobrevivirá. La más fuerte. En el año 51.666 morirá el último hombre producto de su escasa capacidad de alimentarse, asearse, lavarse la ropa, comunicarse, organizarse, etc., además del gusto de matarse mutuamente producto de su carácter violento.

Teoría dos: Justicia, una mirada desde el mercado.

Normalmente las condenas de nuestro sistema de justicia se enmarcan dentro de la lógica de que cada acto criminal debe recibir una condena proporcional al daño hecho. Sin embargo, esto no considera el mercado, es decir, la oferta y la demanda.


Si alguien raya una muralla (de manera no autorizada), es decir, hace un graffiti o algo similar, la condena debiese ser proporcional, digamos unas horas detenido y en lo posible que pinte la muralla (última cosa que casi nunca debe suceder). ¿Pero que pasa cuándo son muchos los que andan rayando las murallas de la ciudad?. Aquí debería agregarse en el gráfico de la justicia un nuevo eje: “El de la frecuencia del delito”.

Es claro que si un tipo de delito aumenta en exceso la justicia debería poner un freno mayor, ya que el daño empieza a aumentar en comparación con la “situación base” en que se debió haber ideado la “condena justa”. La teoría planteada es adecuada principalmente a delitos que en la “situación base” son muy poco castigados. Un asalto es un ejemplo ideal. Si en determinado pueblo hay un asalto al mes la “condena base” es adecuada. ¿Pero si se producen asaltos cada día?. El daño es mayor: la gente anda asustada, se compran armas (con el consecuente daño a futuro), se gasta dinero de todos en aumentar la seguridad, se dejan de hacer actividades productivas y/o de esparcimiento para evitar los asaltos, etc. Entonces el daño por asalto ha aumentado y, en consecuencia, la condena debe aumentar. He dicho. Anótese, comuníquese y archívese.



Teoría tres: Chuck Norris sí vivió en la tierra.

Aún hay incrédulos que se niegan a la existencia terrenal de Chuck Norris. En el futuro, cuando tenga 88 años serán más, por eso dejo este manifiesto para que refuerce mi fe en momentos difíciles. Chuck amó tanto a la humanidad que mandó a alguien para que nos cuidará: a él mismo.


Chuck nació de manera terrenal el 10 de marzo de 1940 según el calendario occidental (año 0 D.C.). A los 5 años hacia todo lo que puede hacer un ser humano normal de 40 años. Aún no muere y no lo hará.

Yo soy testigo de que Chuck existe pues lo he visto en la calle y me dio la mano; mano que no he lavado desde ese día. Además hay una serie de parábolas que ha dejado Chuck para cultivar nuestro espíritu, destacan: The Wrecking Crew (1969); Missing in Action 1 y 2 (1984 - 1985); The Delta Force 1, 2 y 3 (1986 – 1990 – 1991); Forest Warrior (1996) y la más compleja y completa de sus enseñanzas: Walker, Texas Ranger (1993).

La última hipótesis presentada no es una teoría, sino que corresponde a un hecho real, y que el mismo Chuck Norris me inspiro y me llevó a escribir. Decir que Chuck es acción y movimiento, no cinco letras formando un nombre, decir que a Chuck le gusta que actuemos, no que hablemos, decir que Chuck es verbo no sustantivo.


Todas las teorías aquí publicadas no deben ser reproducidas (ni mucho menos plagiadas) sin permiso escrito de su autor.

Derechos Reservados. Real Enciclopedia Hugo. 2066. Nuevo Santiago.

miércoles, 25 de julio de 2007

EL ARTE DEL DIBUJAR LA TIERRA

Como tú sabrás, mi enigmático lector, antes de dedicarme a esto del pensamiento abstracto filosófico recorrí los intrincados caminos de la Ingeniería, cosa que logré con cierto éxito (el premio al mejor Ingeniero del siglo que obtuve en la constelación de Eridano, precisamente en el sistema de Achernar, algo dice de esto). Durante mi estadía en mi gran casa de estudios superiores me vi motivado por fuerzas que normalmente no trabajan juntas (gusto y dinero) a realizar ayudantías. Entre éstas destaca la del curso de Topografía.

La ayudantía de Topografía conllevaba bastante trabajo pero tenía el atractivo de que permitía conocer a hartas personas, debido al contacto con los ayudados (estudiantes) en los talleres semanales realizados en un hermoso e idílico paisaje porteño (Casa Central, Valparaíso). Como requisito final se realizaba una práctica en verano de una semana de duración para los ayudados y de tres semanas para los ayudantes (3 grupos semanales). Me concentraré en esta práctica.
La práctica consistía en someter a los ayudados a una situación extrema pero, en mayor medida, de crecimiento personal. Con el tiempo me he dado cuenta que esto fue el origen de los realitys, simplemente nos faltaron las cámaras, las remeras con los nombres y los micrófonos. Con el fin ya descrito, nos dirigíamos al planeta Quilpué, precisamente al continente de Fundo Alto Pequén. El objetivo era, en seis días, realizar un levantamiento topográfico, sobrevivir, pasarlo mal, pasarlo bien, reírnos, aprender lo no aprendido durante seis meses, no dormir, caerse, quemarse con el implacable sol, enfrentar a los toros salvajes, caminar mucho, arrancarse de las avispas, practicar montañismo y un largo etcétera dependiendo de cada persona.

Las anécdotas son muchísimas y la experiencia vivida por mi persona es de incalculable valor. Recuerdo cuando enfrenté a la muerte directamente, y luego de una encarnizada lucha la vencí (por un tiempo, porque de seguro tomará su revancha). El episodio consistió en que me dirigía con un colega ayudante de conductor, que llamaremos P. J. (para proteger su identidad), por un camino a buscar los “almuerzos” para los ayudados (que estaban de corrido en terreno). En un momento de alegre charla de mi parte noto que la camioneta en vez de seguir la curva a la izquierda que se nos aproximaba, seguía derecho hacia un acantilado de 100 metros, a 80 km/hr. En milésimas de segundo (cual airbag) giro mi cabeza hacia la izquierda y veo a mi colega con los ojos cerrados y roncando. Mi sentido arácnido me permitió decir de manera tranquila y pausada: “¡P.J. despierta mierda!”, al tiempo que mi mano derecha tomaba el manubrio y guiaba el vehículo hacia la curva. El cansancio se hacia presente.


Debido a que la práctica se realizaba en Enero, se estaba en plena temporada de incendios forestales. Una vez comenzó uno en un fundo adyacente, sin embargo no tuvimos la oportunidad de ver a los ayudados corriendo entre las llamas. El viento no nos favoreció.


Como consecuencia de lo escabroso del terreno fue muy entretenido practicar rally con la camioneta que nos asignaron. Hicimos muy buenos tiempos. Los cabezazos en el techo de la pick-up y un neumático pinchado fueron el costo.


Interesante resultó ver como la gente puede correr mucho más rápido de lo que cree. De vez en cuando se veían ayudados bajar por los cerros a la velocidad de luz en dirección a los baños sauna químicos dispuestos estratégicamente en el terreno. En algunos casos el papel higiénico formaba una especie de estela detrás de ellos.


Hago memoria también del alumno que se le cocieron las gónadas. Algunos lo conocemos hoy por Hipoglós (bueno, fueron varios los afectados por este mal según mostró la alta demanda de este producto).

Excepcional también es el caso del ayudado que se nos quedó en terreno al regresar a la base en Quilpue. Lo fuimos a buscar pero no lo encontramos hasta el día de hoy. Revisando la lista nos dimos cuenta que él nunca fue estudiante de la Universidad. Lo único que quedó de él fue su nombre: Jason Voorhees. Curiosamente tres de los cuatro alumnos que eran sus compañeros de grupo han muerto en extrañas circunstancias. El cuarto está internado en el Hospital El Peral.


Finalmente espero que, con el paso del tiempo, los ayudados se hayan dado cuenta del gran valor de esta práctica, en la cual fuimos todos iguales (yo también fui ayudado), donde no importaba, a fin de cuentas, tanto el conocimiento teórico sino que todo lo que conlleva ser un profesional: compromiso y responsabilidad. Además, por lo menos en mi caso, me permitió tener la seguridad de que ningún trabajo me quedaría grande, que sólo requiero un poco de esfuerzo y ganas de lograr los objetivos. Por lo mismo me causo mucha tristeza cuando hace un tiempo me llegó un mail en el cual se indicaba que la práctica de Topografía no se realizaría más. Lamentable por mis futuros colegas.


Saludos a todos mis ayudados.

Agradecimientos a: Giorgio Z. por algunos píxeles; a Martín V. por la oportunidad de ser ayudante; a Amor ayudante por el apoyo; a Jan P., Daniel N., Juan L., María J. M. y Johanna R. por compartir el arte de dibujar la tierra, y finalmente a Chuck Norris.

martes, 3 de julio de 2007

CRÍTICA MUSICAL: LATERALUS – TOOL (2001)

Las ocho páginas que tenía originalmente escritas para esta crítica he decidido simplificarlas señalando resumidamente que este álbum es una OBRA MAESTRA.

Este es el único álbum del cuál tengo dos copias para que en caso de siniestro o cataclismo pueda conservar una copia (una la tengo junto con mi colección de cd y la otra está enterrada bajo la plaza de armas de Viña del Mar, al lado del farol verde marcado con la leyenda “no cavar, tesoro enterrado”, y que periódicamente reviso).


Evaluación: Mil millones de millones de billones de estrellitas.

Advertencia: No escuches este disco medio cansado acostado en tu cama. Si bien es agradable flotar un rato, no lo puedes dejar de hacer hasta que se acaba el disco.

Agradecimiento muy especiales a Chava (J. C. Chavarría) por haberme presentado a esta magnánima banda allá por 1997.

miércoles, 27 de junio de 2007

EL HOMBRE QUE NO SABÍA DECIR "NO"

Una de las personas destacadas que he conocido en esta cuarta vida es mi amigo Elías (aventuras de mis otras vidas puedes ver en mi blog imaginario: iuuq://xxx.corcheteate.blogspotimaginario.dpn).

En un comienzo Elías era sólo otro ente imaginario que, coincidentemente, habitaba en la misma dimensión de mi amigo imaginario Oscar y un tal Van John. A las pocas semanas de que el doctor me recetara de por vida “Realidatium 50mg”, Elías se fue volviendo real, e incluso comenzó a interactuar con otros seres reales, además de mi propia persona.

Hemos vivido variadas experiencias tanto en el plano de la realidad como en el ficticio. Fue precisamente en una de nuestras salidas al mundo ficticio en que Elías me contó su historia, la que explicaba su simple y a la vez complejo comportamiento:

En un lluvioso día Enero de 1951, Elías se encontraba en un paseo familiar campestre con tíos y primos varios. En un momento cualquiera, Elías, junto con un primo mucho mayor que él, se escaparon al río. Estaban sentados con los pies en el agua, cuando una sombra gigante se posa sobre ellos. Al darse vuelta ven un hombre de 3 metros de alto, con una túnica azul, y una barba y cabellos blancos tan largos que llegaban al piso. Este hombre, con una voz de ultratumba, le pregunta a Elías y a su primo: ¿Sí o No?. Elías, atemorizado dice “No”. Su primo, cierra los ojos de miedo, y al mismo tiempo que Elías dice “Sí”. En ese instante el hombre gigante toca con su mano de seis dedos la cabeza del primo mayor de Elías.

Un par de años después Elías unió cabos sueltos y comprendió porque su primo mayor fue tan exitoso. Su primo era un tal Hugh Hefner. Desde ese día Elías se juramentó jamás volver a decir “No”.



La medida que tomó Elías para el resto de su vida le ha traído muy buenos resultados en general, aunque con excepciones. Un lado bueno es que siempre que lo invitan a algún lugar no se puede negar, lo cual lo ha llevado a conocer gran parte del mundo: Ecuador, Brasil, China, Alaska, Quilicura, La Atlántida, etc. Sin embargo, esto mismo lo ha llevado a lugares peligrosos para alguien cuerdo: Hong Kong, Peor es nada, El Playa, Lomas de Lo Aguirre, Irak, Neverland, etc.


De la mano de este conocimiento geográfico, otra consecuencia, derivada de la filosofía de vida de Elías, es la gran cantidad de deportes que ha practicado. Destacó el buen performance de mi amigo en: ajedrez, gimnasia artística y rítmica, sumo, rugby, tenis de mesa submarino, nado sincronizado, lanzamiento del cordero, snowboard, críquet, caza de elefantes rosados, pesca con mosca, rayuela y fútbol esquimal, sólo por nombrar algunos.


Pero no todo ha sido bueno, un resultado negativo de no saber decir que “no”, es que mi amigo ha tenido algunas parejas francamente reprobables, las cuales por respeto a ti, mi altruista buen lector, no mostraré en este reporte.

Aun así, Elías es un modelo que imito en una de mis personalidades. Es como Forrest Gump (esa película sí que es muy buena). El hombre la pasa bien como ninguno. Debe ser porque no poder decir “no” es lo más parecido a no tener miedo, y eso si que es excelso.

Finalmente, quiero pedirte, mi único lector, que si ves a Elías no te aproveches de él, no le pidas dinero ni favores. Déjame eso a mí.

viernes, 15 de junio de 2007

HÉROES: ¿SOY UNO DE ELLOS?

De vez en cuando, como supongo les pasa a muchos, me siento un poco distinto al resto, siento cosas raras y veo fenómenos inverosímiles. Hace un par de semanas llegó a mis manos la serie de televisión “Héroes” que, como su nombre lo indica, trata de personas que se descubren como héroes, con poderes y todo eso.

Entonces empecé a recapitular, vino un flasback de mi vida y detalladamente recordé situaciones extremas. No logré encontrar ninguna habilidad particular en mi persona que tuviera las características asociadas a algún superhéroe de comic. Sin embargo, sí descubrí habilidades que podríamos asignar a un superhéroe de segunda generación, es decir, con más poder mental que físico.

Primera habilidad: La conspiración.
Mi gran capacidad mental me permite analizar los siguientes hechos posibles a cualquier acción que tome yo y/o terceros. De este modo puedo elucubrar distintos futuros posibles, los cuales normalmente forma parte de LA conspiración que nos rodea (LA conspiración será detallada en un reporte en un futuro cercano, según elucubro ahora mismo). Y no lo olvides, alguien te está mirando…


Segunda habilidad: La concentración.
Estoy casi seguro que podría estar cayéndome en un avión, a punto de estrellarme y sería capaz de resolver algún ejercicio de lógica o matemáticas sin problemas de concentración. De hecho, estoy seguro que mientras caigo usaría mi primera habilidad, aunque no me sirva para salvarme, pero si para ver mi funeral y planear qué será el mundo sin mí (casi lo mismo que es ahora).

Tercera habilidad: La suerte.
Estoy convencido que tengo el gen de la suerte, pues soy y tengo todo lo que quiero. Ejemplos: Siempre que camino por la calle (sólo cuando voy solo) los semáforos se van poniendo en verde, de modo de no interrumpir mi misión. Los plátanos que como, siempre tiene buen sabor. Cuando se me cae un pan al suelo, siempre cae con la mermelada, palta, etc. hacia arriba. Cuando compró un cuarto de pollo, siempre hay pechuga. Cuando pagó con un billete de $10.000 ó $20.000, siempre tienen vuelto. Cuando pago, siempre tengo billetes de $10.000 ó $20.000 en mi billetera (eso sí es buena suerte), y así suman y siguen los ejemplos, que espero, mi muy querido lector, demuestran esta habilidad.

Me preparaba para terminar este reporte, cuando Amor me muestra preocupada una foto que me sacó mientras escribía los párrafos anteriores. Yo le dije que lo que observó es normal, que le pasa a todo el mundo, ¿o no?